La usura nunca ha estado bien vista en ninguna cultura. Merece la pena no verla solo como un excesivo tipo de interés o como una manifestación contra natura de la adoración del becerro de oro ya que el dinero sería estéril. Pero hoy ya sabemos que esto no es así y que por lo menos tenemos que entender distinciones elementales entre austeridad y exuberancia de forma que las viejas ideas sobre la crematística me parecen realmente rancias incluso en este momento delicado de la situación económica. Yo hablaría hoy de mezquindad trascendiendo el ámbito económico y pasando al moral.
O sea que yo traduciría lausura como mezquindad en todo el canto XLV de Ezra Pound. Un cambio que debería arrastrar a la traducción entera, un buen trabajo para [Daniel Bellón](http://www.narrador.irónica dignosis de Dylanes/2007/05/28/entrevista-a-daniel-bellon/) quien me deslumbró en su contribución a la irónica diagnosis de Dylan. Miren cómo queda:
Cantar XLV
Con mezquindad
Con mezquindad no tiene el hombre casa de buena piedra Con bien cortados bloques y dispuestos de modo que el diseño lo cobije, con mezquindad no hay paraíso pintado para el hombre en los muros de su iglesia harpes et lutz (arpas y laúdes) o lugar donde la virgen reciba el mensaje y su halo se proyecte por la grieta, con mezquindad no se ve el hombre Gonzaga, ni a su gente ni a sus concubinas no se pinta un cuadro para que perdure ni para tenerlo en casa sino para venderlo y pronto con mezquindad, pecado contra la naturaleza, es tu pan para siempre harapiento, seco como papel, sin trigo de montaña, sin la fuerte harina. Con mezquindad se hincha la línea con mezquindad nada está en su sitio (no hay límites precisos) y nadie encuentra un lugar para su casa. El picapedrero es apartado de la piedra el tejedor es apartado del telar con mezquindad no llega lana al mercado no vale nada la oveja con mezquindad. Mezquindad es un parásito mella la aguja en manos de la doncella y paraliza el talento del que hila. Pietro Lombardo no vino por mezquindad Duccio no vino por mezquindad ni Pier della Francesca; no por mezquindad Zuan Bellini ni se pintó "La Calumnia” No vino por mezquindad Angélico; no vino Ambrogio Praedis, no hubo iglesia de piedra con la firma: Adamo me fecit. No por mezquindad St. Trophime no por mezquindad St. Hilaire. Mezquindad oxida el cincel Oxida la obra y al artesano Corroe el hilo en el telar Nadie hubiese aprendido a poner oro en su diseño; Y el azur tiene una llaga con mezquindad; se queda sin bordar la tela. No encuentra el esmeralda un Memling Mezquindad mata al niño en el útero No deja que el joven corteje Ha llevado la sequedad hasta la cama, y yace entre la joven novia y su marido Contra naturam Ellos trajeron putas a Eleusis Sientan cadáveres a su banquete por mandato de mezquindad.
Ya sé que muchos desearían leer ese precioso canto con la usura bien subrayada. Por varias razones. Porque la riqueza financiera es humo. Porque los banqueros son unos parásitos, especialmente los de El Roto y los inolvidables banqueros de Chumi Chúmez siempre cabalgando un obrero. Poque lo prohibe el Corán o porque la doctrina de la iglesia romana no parece ser muy partidaria. Porque no debería caber en el Estado Fascista que ensalza Pound.
Para los que despreciamos la mezquindad todo lo anterior puede o no ser cierto. Lo que nos ocurre es que la usura nos recuerda a Shylok y éste no acaba de parecernos mezquino sino riguroso en su exigencia del hígado ajeno. Preferimos odiar al mezquino que al usurero simplemente porque es más bonita la lógica de la abundancia que la de la escasez, o porque la figura del mumi o el potlatch nos reconcilian con alguna parte de la humanidad y de nosotros mismos que podría creer en las finanzas pero no en la mezquindad.