John Kay escribía el miércoles pasado en el FT sobre reguladores y jueces diciendo que queremos menos reguladores y más jueces aunque estos sepan menos-o quizá precisamnete por ello- que los regualadores sobre el asunto de que se trate. La razón era, naturalmente, la menor facilidad para la captura en el caso de los jueces. Alex Tabarrok en Marginal Revoluction postea que también los jueces tienen sus propios intereses y que está probado que, en general, jugan a favor del demandante y en contra del la empresa de otra región demandada. Esto de la captura siempre me ha interesado tal como se ha ido viendo en este blog en aquellas ocasiones en que he excrito de regulación y de agencias independientes y me gustaría apoyar en este caso a Tabarrok. Sí, los jueces tienen sus intereses y, de hecho, me parecen más fáciles de corromper especialmente cuando no tienen la última palabra.