Hace tres o cuatro días topé, en la enorme mesilla de noche de mi dormitorio, con un librito de editorial Casimiro con un título intrigante. En portada se lee De lo lúdico y lo serio que se corresponde con el título de este post; pero interiormente se presenta como Over de grenzen van spel en ernst in der cultur (La historia de la cultura, el juego y la continuidad) publicado en el año 1933 en Holanda. No conozco la portada del original; pero en esta de la publicación en español aparece el Autorretrato de Rembrandt del año 1628 y que se encuentra en el Centro Getty de los Angeles
Debía estar ahí desde hace tantos años como los que me volverían a llevar a la época en la que me interesé por la Economía de la Cultura y publiqué varios trabajos en esa materia que he empezado a examinar sin vislumbrar ninguna referencia a su autor: Johan Huizinga (1872-1945). Pero finalmente he comprendido que mi memoria me ha jugado una mala pasada y que, si siento que la mezcla de lo lúdico y lo serio me recuerda a algo, ese algo debe de ser Conocimiento y Sabiduría, el título de mi próxima novela ya casi lista. En esta publicación el conocimiento estaría ligado a lo serio y la sabiduría a la la sabiduría.
Esta posible conexión me gusta pues Huizinga defiende que lo serio, para serlo realmente, debe estar infectado de lo lúdico y el protagonista de mi novela trata de acercarse a la sabiduría, su finalidad última a partir del conocimiento que acumuló en su juventud tan entusiasmado como estaba por la ciencia especialmente si ésta estaba apoyada en la matemática.