Gorrión rojo (Red Sparrow)

Publicado el 13/03/2018

Me voy haciendo a la idea de la jubilación y me permito escapadas que todavía se me antojan un tanto disparatadas. Por ejemplo ayer me escapé a media tarde al cine y me fui a ver Gorrión Rojo a un cine cerca de casa. Me sentí como haciendo «pira», pero acabé dándome cuenta que ya no hay esa cosa en mi caso.

La película fue de mi gusto por tres razones todas ellas relacionadas con mi sentido cinematográfico desarrollado en mi juventud o primera madurez:

  1. No se entiende todo, como en la vida misma y, al menos yo, me quedo con la duda de quién está en qué bando, algo que siempre me ha parecido es lo que ocurre en la realidad a pesar de todas las declaraciones.

  2. Está filmada como antes, sin estridencias ni nuevos enfoques con lo que la experiencia me trae a mi juventud y sigo pensando que aquel cine era mejor que el de ahora.

  3. Me siento como cuando he leído al autor de El Topo o de El Espía que surgió del frío, ambas de John le Carre. Siempre está la tensión entre la lírica y la épica.