Ya en Foixà y esperando la llegada de los nietos me asedia el recuerdo de otros escritos que en tres veranos distintos y en este pueblo del Baix Empordà comencé a escribir y más o menos terminé. Me lo pasé muy bien escribiéndolos, pero nunca soñé en ponerlos juntos en una especie de publicación corta de esas que se llevan ahora y que pondría juntos una versión renovada de los tres.
El primero de ellos hacía referencia a una marca de automóvil, el Skoda, que me traía a la cabeza una cierta historia de mis padres cuyo automóvil de esa marca fue requisado por las tropas nacionales con ocasión de su entrada en Bilao en junio del 37. Pergeñé bastantes capitulitos explicando cómo yo, unos ochenta años más tarde, me sentía, ese verano, perseguido por coches de esa marca. Creo que recuerdo el desenlace, pero lo voy a ocultar hasta que sea capaz de rehacer toda la historia.
El segundo escrito se llamaría Herr Kan y no eran más que algunas disquisiciones sobre asuntos de la zona, y de nuestra casa en esa zona, que estaban relacionados con una residencia canina que tenía ese nombre. No estoy seguro pero creo que fue ese verano en el que un día nos encontramos sin poder salir de casa o, como entonces escribí, creo, «encerrados» fuera.
Y el tercero y último de estos relatos veraniegos versaba sobre bañadores y no puedo recordar más que unos amigos, fieles lectores de mis posts, me enviaron anónimamente, un bañador de esos sin patas que no me atreví a vestir muy a menudo en aquel verano. No se me ocurre, de momento, ningún título para este relato.
Me gustaría volver a leerlos y decidir si son aptos para una publicación conjunta. Estos días de Semana Santa parecen indicados para identificar cada fecha, proceder a la lectura correspondiente de todos los posts de cada relato y sopesar su publicación.