La tentación del adanismo

Publicado el 07/12/2010

La iniciativa "Trasforma España", la propuesta de FEDEA-McKinsey para una nueva agenda de crecimiento y el informe de un grupo de sabios" presididos por Felipe González sobre el futuro de Europa, representan tres intentos bientencionados, correctamente elaborados y hasta brillentes en su exposición, de enderezar las vías a recorrer por España o Europa.

Pero son también una enmienda a la totalidad, tres ejemplos de adanismo en marcha que pretede arreglar lo que está mal en cualquiera de los ámbitos de los que tratan los tres informes sin tener en cuenta la dependencia del recorrido. Ni se paran a pensar sobre la inercia existente, más allá de la que ellos mismos critican, ni parecen conscientes de que los caminos a recorrer dependen de los recorridos previos. Es decir parecen no ser conscientes de que nunca hay un momento original genuino, un punto de partida absoluto.

Esta inconsciencia tiene un peligro potencial mayor o menor según los casos. El peligro es que cabe la tentación de tomar el mando en lugar de limitarse a conformar una recomendación a quienes lo ejercen, especialmente si estos son parte del problema según el diagnóstico del propio informe.

La socieda civil tiene un lugar importante en una democracia seria y sociedades en las que no lo tiene no pueden considerarse democracias de calidad. Pero me pregunto si hacer política directamente forma parte del papel propio de quienes ocupan ese lugar donde se ubica la sociedad civil.

La política, aun desprovista de connotaciones peyorativas, tiene sus condicionantes subterráneos, sus intrincadas formas de hacer dependientes de pequeños detalles, de simpatías personales inconscientes y de compromisos ineludibles si no se está dispuesto a "romper la baraja". Y todo ello además de sus condicionantes institucionales formales que no permiten cualquier forma de tomar decisiones.

¿Estoy diciendo algo más de lo que tiene encunta la Economía Política? Ésta nos dice que las conclusiones de política económica de los modelos estilizados no pueden sin más ser llevadas a la práctica sino que han de recorrer un camino condicionado por la Política y por los intereses que ésta cubre.

Hasta ahí nada paree nuevo, pero intento llamar la atención sobre un problema más general y más peligroso. La creencia de que un buen análisis tiene en sí el potencial de convencer, de abrir los ojos, de hacer que los demás se "caigan del caballo" convertidos de un solo golpe a la verdadera fé o al acertado análisis. Esto no ocurre nunca y el hecho de que así sea es bastante consoldor pues evita las tentaciones autoritarias.

Toda una lección en análisis de óptimo subsidiario es lo que constituyen los fracasos de los experimentos basados en convencimentos radicales, una lección que yo creía bien aprendida pero que parece que no lo ha sido del todo. A menudo los condicionantes de la situación hacen del óptimo de primer orden algo imposible de alcanzar y entonces hemos de encontrar lo que constituye un óptimo subsidiario que, y he aquí lo importante, no tiene por qué ser parecido al de primer orden.

Eliminar poco a poco esos condicionates es lo que es hacer política en el mejor de los sentidos. Ser miope puede ser una ventaja cuando al adanismo se insinúa embozado.