Metaanálisis financiero II

Publicado el 14/11/2010

Ante la ampliación de capital que propone el BBVA se presenta otra ocasión de practicar el metaanálisis financiero que inauguré hace menos de un año al mismo tiempo que lo aplico a la ampliación en sí que es algo que me interesa como inversor.

¿Porqué el BBVA se lanza ahora a la compra de un 25% del segundo banco turco-Garanti- cuando fue hace un par de años cuando pudo haberse señalado como especialmente sano comprando entonces algún banco nacional o extranjero tal como lo hizo el Santander?

Decía hace un año que el metaanálisis tiene que mirar a la psicología de los decisores últimos amén de a ratios financieras, impacto en los costes y el precio de la acción, sinergias u otras indicaciones que expliquen, en principio, el comportamiento observado.

Una de esas razones de una decisión de compra es la posibilidad posterior de venta del total de la institución financiera con sus participadas sean éstas finacieras o industriales. Por lo tanto no hay que mirar solo al impacto de cualquier decisión en el devenir de la institución con su propiedad actual, sino también a la eventualidad de una venta a un tercero del banco del que se trate.

Y es aquí donde entra el metaanálisis. De la misma forma que el movimiento de A.P. Botín al Reino Unido hay que mirarla en clave de sucesión y de los intereses familiares según sea su impacto en el valor de la acción, la compra del Garanti por parte del BBVA hay que considerarla a la vista de lo que sabemos, o creemos saber, acerca de la psicología de González.

Lo normal es que quiera cerrar con broche de oro su andadura en la banca sin preocupaciones sobre el mantenimiento de la identidad del banco. Un banco es como cualquier otra commodity bien definida. Siempre hay un momento en que merece la pena vender. Y,¿por qué no?, vender a otro banco manteniendo la apariencia de la conservación tanto del poder como de la identidad hasta el momento de la retirada. Esta estrategia puede constituir un gran éxito que permita a quien lo maquine con precisioón el paso a la historia financiera. Y no menos que esto exige la competencia con Botín.

Y para conseguir todo esto a un plazo de unos tres o cuatro años ¡qué duda cabe que tener participaciones en Asia, Brasil, Africa (quizá indirectamete) Europa y ahora el mundo islámico hace de esta especie de holding algo apetecible para cualquier otro holding que tenga intereses en Brasil y a través de ese pais en el Africa lusófona.

No es pues dificil entender la lógica, o psicología, de la compra de la participación bajo esta óptica. Otra cosa es el impacto financiero a distintos plazos. A corto plazo no hay nada relevante que tenga importancia para una lógica como la expuesta. Lo importante es qué ocurre en los próximos cuatro años que es cuando razonablemente González abandonará la Presidencia del BBVA.

Luego la decisión como inversor debe ser la de acudir a la ampliación siempre que por edad lo que interese sean los dividendos y el precio de la acción solo dentro de esos cuatro o cinco años sin importarme demasiado qué va a ocurrir en el interim de acuerdo con la Política Monetaria americana en contraste con la europea, con la aplicación paulatina de Basilea III y con las posibles exigencias de mayor capital para los bancos llamados sistémicos.