Publicado el 29 de junio de 2006
En uno de los últimos posts, el de "El arqitecto es la estrella", está todo lo que tenía que decir sobre las distorsiones que la sociedad del espectáculo produce en la remuneración de profesionales que pueden ser clasificados como estrellas y los que , por diferenciarles de alguna manera, llamaríamos de "segunda división". El pasado domingo me ratifiqué en las ideas que allí presentaba al visitar la exposición temporal del museo Thyssen-Bornemisza, De Cranach a Monet, un aparte de una colección particular de un coleccionista mejicano. Me ratifiqué, esto es, en que, en esta sociedad del espectáculo en la que podemos ver a menudo lo que nuestros antepasados nunca pudieron soñar en observar directamente, las obras bellas, pero de segunda división según la FIFA del arte, pasan desapercibidas, su diferencia no se percibe y sufre la diversidad.