Y DESPUES DE BASILEA III ¿QUÉ?

Publicado el 15/09/2010

El comentario sobre Basilea III y sus posibles beneficios, en mi opinión poco creíbles, ha quedado sepultado por las noticias del día siguiente relativas a las nuevas previsiones de la Comisión Europea, más optimistas que las anteriores, pero que dejan el futuro inmediato de España bastante mortecino, y por la extraña reunión de Oslo donde por primera vez los ejecutivos del FMI se encuentran con los del la OIT para dar visibilidad al problemón del desempleo o el concomitante de la creación de empleo. Por eso cabe preguntarse por el futuro inmediato en términos de crecimiento y de desempleo. Sin embargo ambas noticias están relacionadas a través del hecho, sobre el que ya llamé la atención hace mucho tiempo en referencia a Japón y a un post de Axel Laijonhufvud, de que el impulso a la demanda agregada no funcionará hasta que el sistema bancario no esté totalmente limpio y renovado. Ya he hablado sobre esto al principio de la crisis en varias ocasiones. Una de ellas en Expansión con ocasión de la defensa de la noción de corredor neoclásico que utilicé en mi artículo de Cuadernos de Economía y que, a pesar de la actitud desdeñosa al respecto de los teóricos main stream, puede recuperarse fácilmente desde la economía computable.

Concluía lo siguiente:

La utilidad de esta noción del corredor neoclásico no acaba ahí. Sostiene además una recomendación muy desacreditada pero que creo oportuna para nuestro país en las condiciones que se avecinan. Mientras se limpia el sector financiero, nuestro sector público haría bien, especialmente cuando nuestro sector financiero no es de los más sucios, gastando en I+D. Es una gran oportunidad y no creo que nadie piense que esta inversión pública vaya a desplazar a la privada ya que difícilmente ésta va a meterse en un sector como el de la investigación que tiene unos enormes riesgos.

Por la misma época volvía sobre este punto con una cita de Kobayashi relativa a la situación japonesa de hace años cuando fue allí donde estalló la burbuja inmobiliaria:

“One big lesson from Japan ’s 1990s is that Keynesian policy per se did not work for the financial crisis due to the collapse of asset prices. While Japan undertook huge fiscal stimulus packages repeatedly in the 1990s, the government did not pursue a serious policy effort to make banks dispose of their nonperforming loans. As a result, a huge amount of hidden nonperforming loans swelled under implicit collusion between the government and banks. Naturally, the payment uncertainty and economic shrinkage persisted for years

Pero ¿por qué es esto cierto? Pues porque mientras una institución financiera no se haya deshecho de las non performing loans que atiborran sus sentinas no tiene capacidad para financiar el endeudamiento adicional que genera el incremento en el gasto público. En el caso de Japón esto ocurría por una especie de pacto implícito entre el gobierno y sistema financiero que permitía a los bancos seguir trabajando sin necesidad de descubrir sus miserias. Pero eso era sostenible en última instancia porque el sistema financiero japonés estaba aislado. Ahora sin embargo no nos cabe ninguna duda de que el sistema financiero es global debido justamente al arbitraje regulatorio que se generalizó por pura necesidad competitiva. Tal como estamos contemplando, ya no hay posibilidad genuina de connivencia entre gobiernos y banca a pesar de las presiones del lobby bancario allí en donde era necesario para no desparecer. Esto ha hecho perder mucho tiempo hasta que finalmente tenemos los stress tests que, junto a Basilea III, conforman un sistema de incentivos que, aunque no perfecto, esperemos sea suficiente para el saneamiento definitivo del sistema financiero global.

La pregunta obligada es ahora la relativa a la situación económica española tan poco atractiva según Bruselas. Preguntémonos por el futuro inmediato en términos de crecimiento y de desempleo y por el papel de la política de gasto en ambas variables. Los impulsos del gasto público debieron haber sido mucho más tempranos justamente porque la banca española estaba mucho menos intoxicada que la media y podía inicialmente haber financiado el incremento del gasto público que no se llegó a poner en funcionamiento. Pero no se hizo así por las razones que fuera y ahora los mercados y/o la política miope de Alemania obliga a España a unos ajustes fiscales totalmente intempestivos. Notemos sin embargo que aun si España tuviera hoy la fuerza política que le falta por multitud de razones, no podría ya continuar con una política de estímulo de la demanda debido a la situación de su sistema financiero que, aun siendo mejor que la de casi todos los otros países, no está para alegrías en general

Entonces ¿qué?, después de Basilea III ¿qué? Kobayashi nos diría, refiriédose a Japón, que:

“The essential problem was the spreading of payment uncertainty, and policies centred on public works and tax cuts were not direct enough to attack the problem, though they were temporarily effective at mitigating the severity of the economic downturn. Direct debt relief for mortgage borrowers and distressed (but viable) firms, along with fiscal assistance for the liquidation of nonviable firms, are straightforward, cost-effective fiscal policies much more capable of wiping out the payment uncertainty than standard public works and tax cuts”.

A esto yo añadiría, en el caso de España y tal como ya he dicho, la necesidad de gastara o al menos no dejar de gastar en I+D que tan necesario es para nuestro nuevo modelo productivo. Nuestro sistema científico ha dado un salto de gigante, pero la transferencia de conocimiento es innecesariamente pobre. Necesitamos urgentemente inventar nuevas formas de hacer esto pues las practicadas hasta ahora no han funcionado como habría sido de esperar.

Pero lo más importante a mi juicio es hacer bien las cuentas y tratar de caminar por el filo de la navaja del desapalancamiento y del estímulo simultáneamente con la ayuda de la parte sana de los bancos sanos. Encontremos la manera de poner en marcha una connivencia entre los bancos fuertes y el gobierno como la japonesa pero al revés. Pero cuales serían las monedas de cambio? ¿No creen ustedes que las cajas pueden jugar ese papel? Pero esto es ya alta política.