Ya lo han arreglado, pero solo en parte. Me refiero al charco que me desespera en la margen izquierda del gran río de Madrid a la altura del número 112, justo pasado el comienzo de Joaquín Costa y haciendo esquina con lo que a veces es el Ministerio de la Vivienda. La parte que corrersponde a la Castellana ha sido reparado con unos adoqines de calidad, pero solo hasta esa esquina en la que comienza el territorio de del Ministerio fantasma en la que persiste el charquito que no drena ni después de varios días de sol e incuba las bacterias más peligrosas. La causa de esta ridiculez debe radicar en la falta de coordinación entre el Ayuntamento y el hoy Ministerio de Fomento. El gasto adicional podría subir hasta el coste de unas dos docenas de adoquines en plan lujo o en una capa de galipot en la versión barata.¡Y luego se quejan de las Autonomías!