El gran Kueli y un adendum

Publicado el 08/10/2010

Se diría que estos días la extraña dinámica de las postrimerías de la Crisis nos lleva hacia problemas de mercado de divisas y,en España, hacia el asunto de las pensiones. De lo primero algo digo en el artículo que saldrá uno de estos días en Expanasión puesto que en él hablo de comercio internacional y el problema actual no es tanto de divisas en sí mismas sino de limitaciones disfrazadas a la libertad de comercio. De pensiones no puedo decir gran cosa, pero para lo que tengo y quiero decir, en forma de adendum, me va de perlas las declaraciones que cuatro economistas hicieron ayer en la sede de FEDEA en nombre del llamado grupo de los cien.

No tengo claro que los cien supiesen de esas declaraciones, pero eso me da igual pues quienes hablaron son más que respetables. Javier Díaz , el Gran Kueli, hizo el papel de relator y lo hizo muy bien al menos en el trocito de declaración que vi en algunas noticias televisivas. Aunque la reforma de las pensiones es parte del paquete de medidas restrictivas que el ECOFIN exigió a todos los países de su ámbito en el pasado mayo, lo mismo que la reducción de los salarios de los funcionarios-juzgada no acorde a la constitución por unos funcionarios que quizá tendrían que haberse inhibido por ser funcionarios-y lo mismo que la reforma del mercado de trabajo, su problemática es mucho menos compleja y sistémica que la del mercado de trabajo y, por lo tanto, mucho más fácil de dictaminar por parte de expertos a los que basta saber de cálculo actuarial y de demografía, además de usar la cabeza para dibujar escenarios varios relativos a la recuperación.

Sin embargo los periódicos que he leído esta mañana destacaban unas declaraciones del Gran Kueli que atacaba el Pacto de Toledo como la gran estafa de la democracia española. No oí estas palabras en el trocito de las noticias al que me he referido y por eso me ha parecido raro que Javier hubiera incurrido en esa declaración tan aparentemente alambicada a pesar de que esa mañana ya le veía yo un poco revuelto. En un mail dirigido a algunos amigos y colegas se disculpaba de haber expresado opiniones personales que no formaban parte de la declaración acordada y prometía aclarar en diversos medios de comunicación que se trataba de una opinión personal. Supongo que así lo habrá hecho, pero creo de interés copiar aquí, aunque no tengo su permiso, la que es su opinión veraz sobre el pacto de Toledo:

En todo caso aprovecho para exponeros mi postura. El Pacto de Toledo me parece una estafa a los ciuadanos españoles y me recuerda a los Pactos de Silencio de los Mafiosos. Nos roba a todos de la posibilidad de discutir y de reflexionar sobre un problema que a todos nos atañe. La Comisión del Pacto elige los plazos, propone las reformas y oculta la discusión. Todo eso me parece intolerable en una democracia. El actual sistema de pensiones español es insostenible y sus disposiciones (la fórmula de cálculo de la base reguladora, los dos años de cadencia, las penalizaciones por historiales laborales incompletos, y las diferencias entre los regímenes) son injustificables desde el punto de vista de la equidad y desde el punto de vista de la eficiencia. Y se lo voy a decir a todo el que me lo pregunte.

Qué quieren que les diga! A mí me gusta que un economista solvente exprese con esa claridad su opinión. A pesar de que igual resulta que, si fueran transparentes, encontraría algo en los pactos de Toledo que me gustara. Es posible pues, a mi juicio, hay en la cuestión de las pensiones algo más que cálculos actuariales y demográficos necesarios para opinar sobre la sostenibilidad de las pensiones y algo más también que problemas de equidad entendida técnicamente.

En forma de adendum añado lo siguiente.Creo que hay algo que subyace a la discusión poco transparente entre partidos, algo que se parece a la gran tarea de nuestro héroe infantil, Robin Hood: Robar a los ricos para dárselo a los pobres. Esto es lo que yo quiero y tengo que decir. es poca cosa, pero no me parece del todo irrelevante, pues quizá explica la falta de transparencia que denuncia el Gran Kueli. En efecto, igual resulta que todos los partidos están de acuerdo en tomarse un trocito de la justicia por su mano, algo que un experto no puede hacer so pena de acabar con su reputación de experto y algo que la política abierta tampoco podría hacer sin perder inmediatamente ese presunto consenso subterráneo. ¿Son estos los silencios mafiosos que denuncia el gran Kueli?