Les parecerá realmente extraordinario por no decir exótico o incluso ridículo y snob, pero tengo que decirles que Alfredo Landa y Ralph Fiennes tienen un ángulo común. Yo mismo no lo podía creer cuando a finales de las vacaciones revisé El Paciente Inglés, en parte por (ad)mirar a la Binoche después de las despectivas críticas de Depardieu, en parte porque recordaba su torridez colonial, pero me golpeó una escena de no más de 15 segundos en la que Fiennes, haciendo de extraño conde húngaro (un pleonasmo) tienta a Kristin Scott Thomás a traves de una reja (invirtiendo la dirección del galanteo) y le pide que se haga la desmayada en esa fiesta de navidad celebrada por los colonizadores bajo un sol cairota. Fiennes se adorna con una especie de corona roja de papel y, en ese mismo momento durante un instante fugaz es, o podría ser, Alfredo Landa en cualquiera de sus películas de la época del destape. Solo lo detectarán si repasan el film aquí y se paran en esa microescena pues en el resto de las imágenes de la película las imágenes de uno y otro son completamente distintas. Pero mi ojo es "omniperforante".