En mi último post hacía unos comentarios que, de una u otra forma, nos hacen ver no solo que el principio está en el fin sino también, indirectamente, que no hay ningún fin definitivo excepto, claro está, la muerte. Mi situación actual es un fin en el que se traslucen muchos principios previos relativos como son principalmente mi ingreso de hace casi un año en una clínica con un diminuto ictus y un gran vértigo que, en su conjunto, me produjeron una pérdida de memoria que cada día me parece de mayor dimensión. Este increíble handicap junto con esa enfermedad de los huesos que crecen más de lo que pierden, llamada Paget, han provocado que ya no sepa quien soy y que, por lo tanto, no tenga ni idea de a donde voy a llegar.
De ahí que me impresionara el horóscopo de Piscis de hace dos día en El Mundo:
Te sentirás bien cerrando una etapa de tu vida y abriendo otra, la cual será plena tanto para tus proyectos personales como profesionales.
Dada esa falta de memoria que he mencionado no puedo hablar de proyectos profesionales ya que no sabría cuales son mis ventajas comparativas y porque, además, y a la vista de la multitud de contactos que me dejan de lado, esa ventajas no existen. En esas condiciones ¿cuáles serían mis proyectos personales que me hagan sentirme bien en el último tramo de mi vida?
Creo sinceramente que ya no me quedan más proyectos que los que me vayan llegando en la vida de paseante superficial que es la única con la que puedo contar aunque incluso ahí cabe la necesidad de tomar decisiones. Más concretamente no se trata de que, paseando una mañana cualquiera, se me vaya a ocurrir de golpe un nuevo teorema que abra toda una luz nueva o de que tome una decisión nada meditada sobre mi postura política o filosófica, postura ésta que dibujaría mi presencia en el mundo. No, no se trata de nada de esto. De lo que se trata es más bien de la necesidad de decidirme bien por caminar o bien por deambular. Es decir de ir pisando la tierra con la intención de influir así en las formas construidas modificando el mundo físico directa o indirectamente o, alternativamente, de ir deambulando a velocidad pequeña y constante hasta ir haciendo modificaciones diminutas aunque significativas en el mundo de las pautas sociales.