La reunión de la OTAN en Lisboa me hece rememorar esos teoremas de imosibilidad de los que está hecha la filosofía. Tratar de poner en pie un ejército definitivo que garantice el cumplimiento de los acuerdos es una tarea imposible pues siempre cabe el descuelgue. Sin embargo los intentos por alcanzarlo son interesantes y quizá útiles.
Este pensamiento me remite al trabajo de Elie Ayache que me envía DT y en el que este trader filósofo trata de remontarse a la contingencia absoluta a partir de la unión del "pricing" de las "contigent claims" cuyos precios se pueden calcular a partir de los precios de otras "contingent Claims" y de la idea de "evento" de Badiou y Deleuze a los que cita sin que quepa un mundo subyacente probabilizado.
No sé por qué pero estas ideas me recuerdan al deseo de "dejarse arrebatar por el cambio" como forma de vida y me hacen volver la mirada a la noción de nadar o de navegar sin hacer pie, de flotar sin brújula. Y es justamente aquí que me pregunto si esto no se parece a la idea de Innerarity que mencionaba ayer sobre la interpretación en un mundo totalmente incierto en el que esa interpretación sería la forma superior de conocimiento.