Cuando dejé de escribir A trancas y Barrancas I. Malgré Tout pensé en continuar mi obra póstuma con el volumen de A trancas y Barrancas II. Sin Paliativos y me puse a rememorar el contenido de este segundo volumen sabiendo que, de acuerdo con su subtítulo, no habrá justificación posible para obras que ni siquiera fueran selectas y fueran solamente puro granel. Empecé a sonreir cuando me di cuenta de que para la época en la que se escribía las obras correspondientes yo ya estaba más centrado y seguro de mi mismo hasta el punto de pretender aportar a campos poco visitados por el economista medio.
Cual era mi actitud se puede entender perfectamente a partir del prólogo a esta segundo volumen. Allí indico que hasta 1994 me encargaba, además de ejercer como catedrático y como miembro del Cosnejo Fundacional de la Carlos III, de de mis obligaciones como Consejero del BBV y director del programa Cátedra de la Fundación de ese banco, lo que no me dejaba mucho tiempo para publicar en buenas revistas y explica el subtítulo de Malgré Tout.
Pero desde ese tiempo ocurrieron cosas que cambiaron mi vida. Por un lado abandoné mi labor docente y recibí apoyo adicional en la Fundación BBV, y por otro lado acepté nuevas responsabilidades como miembro del Consejo Social de la Carlos III. Además incrementé mi involucración financiera como Vicepresidente del Consejo del Banco Ganadero en Colombia y puse en marcha la Fundación Urrutia Elejalde. Aunque parezca raro conseguí liberar tiempo y escribir artículos más ambiciosos de forma que si estos no dan la talla no tendría yo disculpas, de ahí el subtítulo de este segundo tomo de A Trancas y Barrancas: Sin Paliativos.
Además de la parte quinta, a su vez dividida en cinco subpartes dedicadas a la Economía propiamente dicha, está claro que me interesaban otras áreas como las cuatro primeras dedicadas a Universidad, Educación e Investigación; Cultura; Fraternidad y Nacionalismo. Espero que también quede claro que el trasfondo de esos trabajos aparentemente novedosos en mi carrera están basados en la Teoría de Juegos que ya era central en la Teoría Económica.
Esto me permitió entrar en contacto con investigadores en áreas distintas a la mía y me aireó la mente dejándome llevar por primera vez por mis propios intereses en lugar de ser un seguidor acrítico de la propia teoría económica. En consecuencia no me parece posible hablar en estas subpartes de granel. Se trata con toda claridad de temas selectos con la posible excepción de la primera subparte, en la que he elaborado asuntos tópicos como es la importancia de la educación, la universidad y la investigación en el crecimiento de una economía determinada.