En la medida en que es cierto que la política económica no es lo mío, escribir sobre ella en este segundo volumen de A Trancas y Barrancas sigue siendo una intromisión aunque no tan notoria como las citadas en el post anterior justamente porque esta área había sido utilizada por mi para defender las aportaciones anteriores a mi llegada a Madrid a la macroeconomía que yo creía más adecuadas para aplicar la teoría a la práctica. Como esta pretensión de juventud parecía ya descartada por la profesión, mi especialización previa para aportaciones solo me servía para iluminar algunos de mis artículos pariodísticos de esta época.
En el primer apartado, el 5.3 aparecen mis pequeñas y sencillas ideas relacionadas con la situación de Europa y distribuidas entre El Correo, El País, Expansión y el Servicio Editorial U.P.V. No todas eran publicaciones a granel pues la última recopilada hacía referencia a ciertas ideas del, a la sazón, profeta Miguel Boyer que habían sido semirefutadas por la realidad. Me atrevo a citarla aquí pues al mismo tiempo muestra una cierta naturalidad con la que me relacionaba con personajes de la intelectualidad madrileña del momento tal como ya he comentado con anterioridad.
Por otra parte en el apartado siguiente, el 5.4 de este volumen segundo de A T.y B, recojo otros cuatro publicados por instituciones como El Colegio de Economistas, el Boletín IPC o la Universidad Carlos III y dos de ellos firmados también por coautores como M. Boldrín, C. Escribano o A. Espasa con los que La Carlos III comenzaba a labrarse una reputación de atender a la realidad apoyada por este cuarto coautor que yo intenté ser. Yo pretendía aportar algo a esta cercanía a la realidad a través no solo de Expansión, sino sobretodo a partir de instituciones con las que colaboraba y que pretendían enseñar a tener influencia sobre la opinión pública desde la gran formación que, ya en esa época, mostraban algunos de sus miembros como eran los autores citados tanto en Teoría como en Econometría.
Si uno toma las intromisiones del post anterior con las ideas referenciadas en el presente debería pensar que yo empezaba a ser capaz de generar ideas a granel que al mismo tiempo no eran del todo convencionales aunque tampoco pueden presumir de ser tan selectas como para considerarlas excepcionales. En estos tres posts que han cubierto tres cuartas partes del contenido de Sin Paliativos se va detectando cómo el pretendido autor especial se va convirtiendo en un articulista a granel que, al mismo tiempo produce algunas ideas originales o se hace eco de ellas. En el siguiente post mostraré ideas no tan convencionales como podrían considerarse estas que acabo de referenciar y lo haré al hablar de Economía en general entendiendo como tal la Teoría Económica en la que yo había tratado de especializarme aunque con ciertos deseos de originalidad a los que fui renunciando poco a poco.
La FUE constituyó el nuevo horizonte esperanzador para mí y de ello hablaré al hacer referencia al discurso elaborado para la ceremonia de su presentación que ocupa el epílogo de esta volumen de A.T y B.