Gramsci, Fontana y Ramoneda
Dos detalles de la actualidad reciente han propiciado en mí una vuelta al pasado, a aquellos tiempos en los que el nacionalismo (vasco) se me representó por primera vez como algo de interés intelectual y, por ende, pensé yo, de relevancia bien práctica. El primero de estos dos detalles ha sido sin duda la retirada de Artur Mas de la carrera por la presidencia de la Generalitat y la elección de Puigdemont como nuevo President gracias al acuerdo de última hora alcanzado entre Junts pel Sí y la CUP. El segundo de estos detalles, no comparable con el primero en cuanto su importancia, es la tranquila discusión entre amigos que se dedican a la gestión patrimonial y se encuentran nerviosos estos días respecto al futuro de España como destino financiero dependiendo del gobierno que se forme finalmente a la luz de lo ocurrido en Cataluña.