Juan Urrutia Elejalde

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Textos de Juan Urrutia desde 2002

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Cecil y mis moscones

Cecil y mis moscones

He de confesar, no se si con vergüenza o sin ella, que no tengo ninguna simpatía a los animales, un sentimiento que forma parte de mi rechazo de la naturaleza en general con la posible excepción de algunas flores y de los seres humanos o, hablando con mayor precisión, de algunos pocos de ellos por los que he llegado a sentir hasta algo parecido a lo que entiendo que es el cariño. No he conocido perro que me resulte simpático y cuya compañía agradezca y hasta he llegado de abandonar una perrita a su suerte sin compasión alguna. Los toros no me dan pena ni siquiera cuando en alguna contada ocasión he visto y oído a uno morir delante de mis narices.

Gestos, política y literatura

Gestos, política y literatura

Quizá deberíamos ser capaces de desentrañar el sentido de una mirada de Schäuble en el Eurogupo o de cómo de fuerte abraza Guindos a Varoufakis en ese mismo foro y, con esas sentidas interpretaciones, construir un borrador sobre lo que creemos está pasando en el pasar en las circunstancias de un mundo con los BRIC opacos o con muchos africanos prefiriendo morir en el Canal Inglés que permanecer en un país en el que no ven ningún futuro o con una capa de corrupción que todo lo cubre. Deberíamos ser capaces de ejercer esta semiótica del gesto, pero como yo no tengo mucha fe en mí mismo en este campo lingüístico, quizá merezca la pena que me entrene un poco observando gestos más cercanos y los ponga todos en una batidora a fin de elaborar una especie de helado veraniego, frío y sabroso. La ikurriña en Pamplona aparece en el balcón del Ayuntamiento con ocasión de los Sanfermines, junto a la bandera europea, la española y la de Pamplona y se organiza un lío explotado por los que se han opuesto año tras año a semejante gesto.

¿Para qué las cejas?

¿Para qué las cejas?

De vez en cuando entro en una especie de trance que trastoca mi percepción. Un ejemplo es esa sensación que a veces tengo, de que los rostros humanos son pinturas o dibujos que transforman los agujeros de la nariz de todas y cada una de las personas en dos toques de pincel o dos machas grises de lápiz. Es una impresión con consecuencias filosóficas pues me quedo aturdido como si pensara en quiénes somos nosotros los seres humanos más allá de una visión de un artista imaginativo.

Identidad vacía

Identidad vacía

Todos los veranos me ocurre lo mismo. Mis vacaciones de jubilado duran más de un mes y ocurren fuera de la vivienda habitual. En consecuencia tengo que hacer mi maleta de libros eligiendo entre los muchos cientos que recientemente han ido ocupando el poco espacio todavía vacío en el suelo y las paredes del amplio estudio de casa de invierno en donde se amontonan las últimas adquisiciones caprichosas y no pocos títulos adquiridos hace muchos años pero que han sido desenterrados por algún motivo que no siempre recuerdo.

El rostro oculto tras un «paper»

El rostro oculto tras un «paper»

El título de este post es una frase de un amigo al que encontré en el festejo de fin de curso del Aspen Institute Madrid. Le prometí que la utilizaría sin citarle y así lo hago pues me parece que lo merece por la importancia de lo que quiere decir con esa frase de «el rostro oculto tras un "paper"». Desde luego que quiere decir el no estar dispuesto a dar la cara, pero añade un posible motivo para esa actitud.

La provisionalidad

La provisionalidad

En las últimas semanas he tenido ocasión de asistir a dos actos sociales cuyas formas ne han dado que pensar. En ambos actos los asistentes principales eran gente destacada en su profesión y es esa especialización la que les ha encumbrado dentro de su sector y, a la vez, la que ha hecho de su conversación un simple recetario de obviedades sin ninguna originalidad ni utilidad. ¿Debería retirarme de esta vida que en menos de 15 días me ha enfrentado con mi firme oposición contra esta sociedad en la que no me encuentro bien pero a la cual sin embargo me costaría renunciar?

Un rompecabezas

Un rompecabezas

La Utilidad de lo inútil. Un manifiesto es el título de un librito de Nuccio Ordine que ha editado hace ya tiempo Acantilado y que cayó en mis manos durante un paseo por una librería con aire acondicionado en la que me refugié huyendo del calor de estos últimos días. Lo estoy hojeando antes de leerlo ordenadamente y entiendo que va a ser una crítica brutal de la generalización desordenada del beneficio económico como única vara de medir del sentido de la vida.

La soledad, el silencio y su productividad

La soledad, el silencio y su productividad

Por razones seguramente triviales, pero que desconozco, el teléfono móvil se negó a funcionar el segundo día de las Jornadas de Economía Laboral (JEL) que, organizadas por la Asociación Española de Economía del Trabajo (AEET),se celebraron en Barcelona el jueves y viernes pasados. Como tenía otras gestiones que hacer no acudí a todas las sesiones ya fueran de las denominadas paralelas o a las plenarias programadas. Hubo pues momentos en los que me encontré desubicado y en pleno silencio, extraño en una ciudad tan atareada en la que me encontraba perdido pues no sabía cómo llenar los tieqpos muertos sin posibilidad de conectar con amigos ya fueran éstos de las propias jornadas o ya de los otros «negociados» que me llevaron a esas jornadas sobre un tema del que no puedo decir que se algo.

El lenguaje del cuidado mutuo

El lenguaje del cuidado mutuo

Hace cerca de cincuenta años un verano en Oxford dedicado en principio a reforzar el inglés antes de largarnos a los EE.UU. para aprender algo, fuera lo que fuera, pero que me enseñara a comprender lo que era aprender, me sacó de esa misión y por influencia de aquel profesor, al que creo haber citado en otras ocasiones como mi introductor al «outsider» de Wilson), me entregué a la lingüística y más en concreto a la filosofía lingüística de Wittgenstein que con su paso desde el «Tractatus» a sus «Investigaciones Filosóficas» me llevó a la distinción entre el lenguaje como formado con palabras como cuadros que representaban y el lenguaje no como una colección de representaciones pictóricas, sino como unos juegos de sonido que traslucían tanto como ocultaban. En esto pensaba el otro día cuando con ocasión de la celebración de unas bodas de oro volvimos a ver a personas importantes para nosotros pero cuyo impacto a estas alturas era más bien la lectura de un juego del lenguaje que había determinado nuestros destinos.

¿Qué es eso de Grexit?

¿Qué es eso de Grexit?

El título de este post no es una gracieta dirigida a criticar la falta de información de su autor pues aunque ésta no sea sistemática sí que estoy al tanto de los defectos del diseño de la UE y del euro, ambos muy alejados de las viejas recetas de las áreas monetarias óptimas de Mundell, así como de las grandes cifras y de los posibles simulacros que podemos estar contemplando bajo diferentes disfraces. Hay algunas cosas obvias como por ejemplo, que un área monetaria no puede ser óptima, en general, si no está acompañada de un área fiscal unificada o si no hay libertad de movimientos de la fuerza de trabajo. Esto ya lo sabíamos pero nunca nos lo decimos para no tener que ceder más soberanía que la que permite una historia llena de encontronazos y aparentes reencuentros.

Los dos Juanes que hay en mí

Los dos Juanes que hay en mí

Ya tengo edad de salir del armario y lo voy a hacer hoy apoyándome en una simple aplicación de la mecánica cuántica o, más bien, de su imagen para legos imaginada por Schrödinger y su gato. Hasta este año he insistido ante todos los que me felicitaban este 24 de Junio sobre el presunto hecho de que mi santo patrón era el San Juan Evangelista, ese hombre jóven que no falta en ningún cuadro del descendimiento incluyendo ese con el pelo rizadito que, siempre cerca de María, está representado en esta maravilla que aparece en el cuadro homónimo de Van Der Weiden, pero no solo ahí sino en otras obras de este pintor mágico que hemos podido admirar en el Museo del Prado. Pero a pesar de mis protestas he de agradecer que muchos amigos y amigas insistan en enviarme hoy su felicitación sin duda porque, al coincidir con el solsticio de verano, las noticias laicas de muchos medios recuerdan al bautista Juan.

¡Viva Zapata!

¡Viva Zapata!

https://www.youtube.com/watch?v=FebYwg4iqdU No se me olvida fácilmente aquella película que vi de muy jovencito y que me emocionó por razones que hoy en día recuerdo mejor que hace solo unas semanas debido al resultado de las elecciones municipales y comunitarias y los consiguientes pactos. La película nos cuenta el papel jugado por el gran Emiliano Zapata que lideró la revolución mejicana y llegó a ocupar el mando supremo por breve tiempo. Merece la pena copiar aquí un párrafo de la Wikipedia al respecto: > El contexto de la producción es complejo.

Recuperación y mendicidad

Recuperación y mendicidad

Pensé que los datos económicos de los últimos trimestres, tan aireados por la prensa cercana al PP, no habrían sido muy manipulados y que sus efectos se dejarían sentir en no pocos sectores. Me ha parecido que aparentemente era así con el turismo que uno nota por la calle, con el supermercado que frecuento, con la audiencia del teatro o con la dificultad para reservar algún restaurante. El único signo que no me cuadraba era y es el de la mendicidad.

Toni Espasa y el BIAM

Toni Espasa y el BIAM

El Departamento de estadística de la Carlos III ha organizado un «Workshop on forcasting time series in honour of Antoni Espasa» y como parte de este taller ayer hubo una mesa redonda para hablar del BIAM y en la que yo tomé la palabra,entre otras personas relacionadas con dicha publicación. En lo que sigue posteo mi intervención que tenía que ser en inglés. > Let me start by saying that The Statistics department has had a very good idea organizing this workshop on Time Series Forcasting to honour Antoni Espasa, an important professor belonging to this Department.

Presabarri

Presabarri

Presabarri es un caserío de un par de cientos de años que perteneció a la familia de mi abuela paterna y hoy es de mi propiedad. Lo conocí, junto a otros caseríos, a la sazón también de la familia, hace unos 60 años cuando Casimiro Arbaizagoitia se tomó unos dos o tres días para enseñarnos a mi hermana y a mí los árboles y otras pertenencias de esta propiedad sita en el municipio de Barambio. Desde entonces no había vuelto y todo lo que sabía de estos árboles que han generado madera para navíos y remos desde el siglo XVII es que, de vez en cuando hay que hacer matarrasa o entresaca para que crezcan fuertes, una actividad esta que ya no es un negocio rentable pues lo que esas actividades reportan da justo para repoblar y pagar a abogados, ayuntamiento y otras gentes de buen vivir.

¿Y de la final qué?

¿Y de la final qué?

Creo que la última vez que estuve en un campo de balonpié fue en la final de copa del año 84 jugada entre el Barcelona y el Athletic en el Bernabeu. Final en la que ganó el Athletic de Clemente con un gol marcado por Endika, un antiguo alumno de mi mujer en el Instituto de Getxo, y que terminó con una tangana en la que Goiko volvió a lucirse después de una buena patada a Maradona. Ocurrió, como ya he dicho, en Madrid y viajamos unos amigos catalanes y nosotros juntos desde Vitoria con las banderas de ambos clubs ondeando a un lado y al otro del coche.