Publicado el 1 de febrero de 2010
Lo que se suele llamar Análisis Financiero es el conjunto de lo que, por un lado, practican los especialistas en Economía Financiera, una rama de la Teoría Económica,y de lo que, por otro lado, son las opiniones emitidas por los analistas financieros propiamente dichos que escudriñan el comportamiento de los valores basándose bien en las cifras públicas de la situación de las empresas o bien en unas ciertas regularidades empíricas que el llamado análisis técnico pretende haber detectado. Estos últimos, los analistas financieros en cualquiera de sus dos variedades, son los que un inversor pretende seguir porque los teóricos, en base a sus modelos más sofisticados, solo son capaces de emitir una opinión sobre la relación entre los precios de los diferentes activos financieros sin poder llegar a anclar su análisis de manera tal que pueda llegarse a decir algo sobre la subida o bajada en el índice de los precios de esos activos. Hace ya años que contamos con algo que se denomina Behavioral Finance, es decir un tipo de Economía Financiera que pretende hacer compatibles el conocimiento de las relaciones entre los precios de los activos y su nivel general con el conocimiento experimental sobre el comportamiento de los inversores que exhiben variados sesgos conductuales que les llevarían a actuar de manera tal que cabría las discrepancias, al menos temporales, entre lo teóricamente afirmado y lo observado en los mercados en los que esos activos financieros se intercambian.