André Allard

Publicado el 07/01/2011

Por una casualidad realmente inesperada he acabado con mi trabajo y puedo contarles el final de esta extrala historia en París. Con nuestros amigos recién llegados de California fuimos a la esquina de la rue Saint André de Saintes y la rue Fenelon justo donde está esta malformación de la cocina francesa donde la materia prima es imnmejorable, el servicio mejorable para los estandares de la izquierda caviar y en donde no han cambiado la forma de cocinar desde la época de Enrique IV. Nadie lo sabe pero es que en mi juventud tuve un pequeño affaire con una petite française que se llamaba Martine y estudiaba en el Fenelon. Con la edad vuelven estos recuerdos......

Pero a lo que iba. Nada más sentarnos a la mesa asignada, he aquí que el jóven diplomático con pajarita que ya conocemos aparece con mandil de camarero para ofrecernos un aperitivo. Es imposible que me haya reconocido, pero un apretón de mandíbula acompañado de un fruncimiento de cejas me pone sobre aviso. Bourne en La Societé y este hombre ya hecho y derecho chez André Allard. Tiene que ser hijo del fundador porque le llaman por ese nombre -André - y porque se mueve con andares de dueño.

Ya me habían dicho que la Brasserie Lipp pertenecia ya a un grupo, pero ahora entiendo que allí estuvieran él y Bourne con unas eslavas y que Bourne sea el ingeniero de ambente de La Societé, en donde, estoy seguro, desde hoy cuelga de la pared del fondo un trocito de Delacroix. El capital debe ser ruso y posiblemente se estén haciendo con establecimientos como El Bulli.

Todo esto necesita mucha más investigación, pero si ustedes saben cómo invertir en este grupo de capital eslavo les agradecería me lo comunicaran. Mientras tanto me limitaré a instruirme en un Petit traité des vertus réactionaire que, escrito por Olivier Bardolle, nos preparará para este mundo que llega mucho mejor que las tonterías del 68 que todavia se pavonean en la Hune.