En el post anterior trataba de describir lo que entiendo como la forma de dotarme de vida con sentido a través de una forma de ser y de pensar que denominaba arquitectura espiritual y que trataba de explicitar a través de las cinco plantas de mi vivienda madrileña entre las que la planta baja sería «la puerta de acceso», decía en efecto:
Es este acceso lo que constituiría la iniciación a la «arquitectura espiritual». Una escalera alta y sumamente empinada partiría de ahí y subiría a cada una de las otras cuatro plantas, a cada una de las cuales se accedería por medio de una puerta que daría acceso a su vez a un pasillo semicircular desde el que se accedería a los misterios de cada planta.
Añadía que:
En futuros posts trataré de continuar con la descripción de las otras plantas, cada una dedicada a una de las obsesiones constitutivas de mi personalidad y con un dormitorio diminuto y adecuado, fácilmente accesible
Como la primera de esas cinco plantas es en realidad la Planta Baja tengo que lanzarme a la descripción de la Primera Planta a la que denominaré Economía. Después de ascender la escalera en su primer tramo, abro una puerta que me hace pasar a una especie de distribuidor en el que el visitante descubre tres puertas dedicadas, cada una de ellas, a una parte de esa primera obsesión mía: microeconomía, macroeconomía y fusión. Cuando se abre cualquiera de esas puertas lo único que se descubre es una pequeña biblioteca de los libros correspondientes.
La dedicada a la Microeconomía esta llena de libros editados en los últimos 50 años, generalmente en inglés y con nombres bien conocidos y respetados y que, sin embargo, no corresponden a ganadores del Premio Nobel, pues estos ocupan un lugar especial en esta primera planta repartidos por la parte general de ésta en donde existe una especia de salón de estar donde muchas veces nos reunimos amigos de universidad a parlotear de novedades. Detrás de la segunda puerta se encuentran no tantos libros y todos ellos dedicados a la Macroeconomía. Así como en los de la primera puerta se encuentran los esfuerzos por entender el comportamiento de los agentes económicos en diversos escenarios posibles, en los almacenados detrás de la segunda puerta topamos con los intentos que se han producido por buscar la forma de poder predecir por donde se encaminarán las grandes variables macro después de introducir en el sistema alguna gran arma de política económica.
Dados los contenidos reseñados no resultará extraño que detrás de la tercera puerta topemos con una pequeña colección de volúmenes en los que sus autores han pretendido y continúan pretendiendo profundizar en la forma en que ciertas modificaciones en la conceptualización micro pueden afectar a los resultados macro. Más específicamente destacan los esfuerzos en entender la influencia de la complejidad en el comportamiento individual.
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