Conversemos sin enlaces
Los comentarios al último post («El poder de las palabras») han configurado lo que podríamos entender como el comienzo de una verdadera conversación en la que el poder no es asimétrico y en la que las palabras no se usan como armas. Dejando aparte la aclaración sobre Chutzpah (que, dicho sea de paso, tampoco está mal en ocasiones como estrategia para tratar de comenzar una conversación de verdad, cuando se tiene delante a alguien dispuesto a sopesar los distintos poderes y no a dejarlos de lado); merece la pena recordar la segunda parte de lo que dice Juanmi cuando pone en duda que la política pueda albergar la parresia: > Que no se me malinterprete como el típico comentario victimista y vengativo de la AVT y similares organizaciones pro-terrorismo de Estado. De hecho me parece injusta y desacertada la doctrina Parot (que actúa bajo otros intereses políticos), y, aún con todo, pienso que lo acertado es lo que hace este señor (entendiendo su posición): dar un discurso pacífico y sosegado para avanzar en el proceso de paz.