Soñando monstruos,I. Presentación

Publicado el 27/02/2011

El vierne iniciaba esta miniserie de Soñando Monstruos con unos simples comentaros iniciales. Estos me llevaban a decidirme por mirar a esta monografía filosófica como una narración con su presentación, su nudo y su desenlace. Hoy domingo toca postear la Presentación.

Me encuentro pues en presencia de una narración ortodoxa con su presentación (sección primera), su nudo (secciones segunda tercera y cuarta) y su desenlace (epílogo).

Y ahora veamos la presentación o prólogo:

La presentación es nítida. Aquí tenemos al famoso pionero en la búsqueda de certidumbres en su Discurso y sus dudas en sus Meditaciones. La intriga comienza desde el momento inicial cuando las dudas se presentan no como tales sino como una trampita del riguroso Renato que las utiliza como una forma torticera de redondear y cerrar el argumento que nos llevaría a la certidumbre del “pienso, luego soy”. A un economista esta dualidad le recuerda inexorablemente a la Teoría y la Riqueza de Adam Smith, otra dualidad en donde la segunda obra es como el genio maligno que funciona sin embargo en el contexto explicitado por la primera,o quizá al revés. En efecto, en el caso de Descartes el Dios omnipotente no puede estar completo pues si lo estuviera ya sería el garante de todo menos de sí mismo que debería estar garantizado por algo externo a él, contradiciendo así su omnipotencia. Necesita Renato unas gotitas de licor para ir tragando que si sigue pensando se tiene que cargar a Dios. Solo así embriagado podría ver simultáneamente no tanto la cara y la cruz sino más bien el rostro y la nuca de una figura expuesta a la torsión como figura retórica. Como en Smith, el mercado no se sostiene solo sino que es necesario contar con una sociabilidad previa que quizá solo se puede pensar justamente desde la competencia en el mercado de las reglas y las normas o convenciones.

Todo lo que se quiere completo solo puede ser pensado desde una dualidad que revela la incompletitud. ¿Qué hacer? ¿Cómo salirse de esa esclavitud, de esta sujeción?