Juan Urrutia Elejalde

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Textos de Juan Urrutia desde 2002

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Fisognómica televisiva, Landa y Fiennes

Fisognómica televisiva, Landa y Fiennes

Les parecerá realmente extraordinario por no decir exótico o incluso ridículo y snob, pero tengo que decirles que Alfredo Landa y Ralph Fiennes tienen un ángulo común. Yo mismo no lo podía creer cuando a finales de las vacaciones revisé El Paciente Inglés, en parte por (ad)mirar a la Binoche después de las despectivas críticas de Depardieu, en parte porque recordaba su torridez colonial, pero me golpeó una escena de no más de 15 segundos en la que Fiennes, haciendo de extraño conde húngaro (un pleonasmo) tienta a Kristin Scott Thomás a traves de una reja (invirtiendo la dirección del galanteo) y le pide que se haga la desmayada en esa fiesta de navidad celebrada por los colonizadores bajo un sol cairota. Fiennes se adorna con una especie de corona roja de papel y, en ese mismo momento durante un instante fugaz es, o podría ser, Alfredo Landa en cualquiera de sus películas de la época del destape.

La pobreza y el dinero

La pobreza y el dinero

Me he levantado con este sonsonete en la cabeza y no puedo arrojarlo fuera: > Pues amarga la verdad, Quiero echarla de la boca; Y si al alma su hiel toca, Esconderla es necedad. Sépase, pues libertad Ha engendrado en mi pereza La Pobreza. Lo recuerdo sonando incesantemente en un vinilo de mi juventud por boca de Paco Ibañez.

Competencia fraternal

Competencia fraternal

Hace unos meses formé parte de una mesa redonda en Valencia sobre bioética aunque, claro está, a mí solo me pidieron que hablara de ética y economía. Se lo conté aquí. Llevando a cabo la correspondiente limpieza de papeles previa al comienzo de la temporada, me encuentro con el texto que yo había preparado pero que tuve que olvidar a la hora de intervenir quizá porque , como conté, me vi superado por los acontecimientos y tuve que improvisar.

Cambio de temporada

Cambio de temporada

Ayer acabó la temporada actual de AMAR en Tiempos Revueltos. Fue un final sencillo, como corresponde a un ejecicio en el Verfremdungseffekt, pero muy significativo por dos secuencias de antología. En la anteúltima Hector y Bonilla remedan el final de Casablanca) en un paseo de iluminación expresionista que los espectadores sabemos va a ser el comenzo de una gran amistad y, en la última, Leonor y Pelayo liberan a la paloma mensajera que ha traido amor a este mundo y que preludia prematuramente una paz que no llegará, pero sobre todo canta a la libertad que quizá Cristina vaya a regalarse a sí misma.

ILUMINACIONES XXV, una vida randomizada

ILUMINACIONES XXV, una vida randomizada

Recuerdan, espero, esa dolencia mía que se podría denominar efecto riqueza inmediato. Compruebo las cotizaciones cada hora escasa en mi blackberry y me comporto según su tendencia. Si el índice que me interesa está bajando no abro la lata de atún que la dieta me permite a media mañana o tomo un autobús en lugar de un taxi o renuncio a la sesión siguiente de mi PT o personal trainer .

Dos contraportadas filosóficas

Dos contraportadas filosóficas

Como dice José, estamos de vuelta al cole y he tenido que comprar los libros. Me topo con dos que me enamoran por su contraportada y me apresuro a adquirirlos. Derrida ( El gusto del secreto, mutaciones, junto con Maurizio Ferraris, Amorrortu/editores,2009): > Si se da a leer algo completamente inteligible, plenamente saturado de sentido, no se lo da a leer al otro.

Bejamin Franklin y la mujer madura

Bejamin Franklin y la mujer madura

Me siento muy cercano a JI. Gorigolzarri en su interés por Franklin. No solo aparecí en su día en el billete de $ 100 con ocasión de la presentación de El Capitalismo que Viene, sino que añadí algunos comentarios sobre las similtudes entre las vidas de ambos.

Dr.Caligari y la Bauhaus

Dr.Caligari y la Bauhaus

Ya no estoy allí y echo algunas cosas de menos. Entre las que no echo de menos está el tono taxista que poluciona la vida pública aquí en la capital. Entre las que ya rememoro con nostalgia está la de la ducha mirando a las islas Medas, pero sobre todo la llegada a la casa de Foixà ya entrada la noche.

Trescal y Andresito

Trescal y Andresito

Estos dos personajes pícaros, disparatados e hilarantes se asocian en mi cabeza con su jefe Dick Turpin. Es este vengador otro de los que seguramente me siguieron en la procesión de plenilunio aunque no le ví quizás porque no le esperaba. Pero hay muchas parejas de nombres o personas, pícaros o no, de las que uno no puede conocer el jefe que las auna y da sentido.

Epigrama de Gil de Biedma

Epigrama de Gil de Biedma

Lo he leído mil veces gracias a Luis Escudero y quizá ya lo he citado; pero ahora que lo vuelvo a leer y que sé que este poeta tuvo casa en Ultramort por donde paso a menudo, ahora que me gustaría quedarme como él "entre las ruinas de mi inteligencia" no tengo más remedio que regresar. DE VITA BEATA En un viejo país ineficiente, algo así como España entre dos guerras civiles, en un pueblo junto al mar, poseer una casa y poca hacienda y memoria ninguna. No leer, no sufrir, no escribir, no pagar cuentas, y vivir como un noble arruinado entre las ruinas de mi inteligencia.

Sobre bonos, volatilidad y banqueros centrales pasando por sindicatos

Sobre bonos, volatilidad y banqueros centrales pasando por sindicatos

El 21 de mayo comentaba yo en este minipost la instantaneidad del efecto renta en mi caso de rentista. Entenderán ahora porqué voy a pasar un fin de semana angustioso siguiendo esa reunión de Jackson Hole. Que empiece a haber una burbuja en bonos tanto corporativos como públicos y que haya grandes movimientos laterales quiere decir que las expectativas en el mundo, gravemente inestables, son hoy de una jobless recovery .

Dos recomendaciones

Dos recomendaciones

Ahora que habrá que empezar a pensar en ponerse el chip y quitarse el bañador, quiero compartir con los lectores de estas ideas desperdigadas dos lecturas apropiadas para las ideas de este verano. Una de las líneas de discusión ha sido la innovación financiera y el porqué de la crisis de las subprime. Lean el libro de Michael Lewis The Big Short, me lo regaló en Londres Joe Ostroy y es claro, ilustrativo y desternillante.

Meditaciones de agosto (Expansión, 25 de agosto)

Meditaciones de agosto (Expansión, 25 de agosto)

Claro que en agosto del 2007 me interesé por las hipotecas subprime y las reseñé aunque difícilmente podía imaginar ni el camino que había llevado a la burbuja ni las dimensiones de la misma o de los derivados generados a su socaire pues, como decía en el artículo de septiembre (¿Qué hará el BCE? Se admiten apuestas, Expansión, 3 de septiembre), toda esa innovación financiera me parecía inteligente y tendente a la eficiencia por la simple razón de que completaba mercados, idea ésta que mantengo a pesar de los pesares. Para las vacaciones del 2008 ya me mostraba más al tanto de sus peligros a pesar que durante el curso académico fueran otras las preocupaciones que me tuvieron entretenido.

Pero...¿qué pasó con Marlene?

Pero...¿qué pasó con Marlene?

Me lo preguntan por teléfono algunos amigos y he recibido varios e-mails al respecto. No comenté nada ayer por un asunto previo. Notarían supongo que no había mujeres en mi narración de los acontecimientos de la noche de plenilunio.

... y el sol se puso sobre el mar..

... y el sol se puso sobre el mar..

…decía yo a mi incrédula mujer a poco de despertar hace dos horas después de un sueño que, por fin , logré conciliar tras acostarme a las diez de la mañana todavía excitado por la extraña noche de plenilunio que ahora contaré y mientras tomaba un escueto desayuno pues tengo el estómago cerrado porque mi mujer no cree que el sol se puso por el mar enfrentado éste desde el cap de creus, cosa comprensible, pero que me hace sudar antes de contarle lo que es, de hecho, más incomprensible pues una anomalía geodésica puede darse, pero lo que resultó anoche la peregrinación hacia mi definitivo corte de mangas es del todo increíble al menos que uno estuviera allí como lo estábamos amancio y yo, ambos con el cuerpo bruñido y depilado ciñéndonos el honor con un bañador turbo de color rosa, palo en mi caso aunque con una pequeña gota de sangre del ruiseñor herido por un gavilán que le continuaba persiguiendo hasta que Antonio Molina acabó ayer tarde con él y de lo que me enteré cuando, aunque ya empiecen a dudar de estabilidad mental, no tengo más remedio que contar, me topé a medio camino del monasterio de San Pere de Roda con el propio cantaor luciendo un turbo rosa que realzaba su sexta edad juvenil y que agilizaba sus movimientos en dirección hacia esa cruz de cabo en procesión a comenzar en el monasterio en cuanto allí llegaran los peregrinos que, nunca lo hubiera soñado, han prometido acercarse, me cuenta amancio, desde los cuatro puntos cardinales, desde Olot con Lars von Triar al frente todavía en busca de un anticristo que, como él, haga compatibles la fibra y la grasa, o desde el Port de la Selva movilizado el pueblo por Glauber Rocha que ha creído ver la posiblemente final oportunidad que en esta tierra de sol se juegue hoy la partida definitiva entre un dios que todo lo ve y que demuestra su naturaleza por esa falta de compasión resultante de dar sentido a todo y el diablo, sin rasurar pero, al igual que su creador, con bañador rosa palo como el mío aunque sin gota de sangre y con las huellas dactilares quemadas para traspasar fronteras sin humillación, o por un tercer camino largo y angosto desde Cadaqués con Stiglitz todavía incrédulo y que comenzó con un pantaloncillo corto que remarcaba unas pantorrillas potentes del que tiene que ser intelectual a fuer de experto o, como ese anciano que nadie conoce pero que yo sé que viene desde el Baix Émpordà, de la Bisbal más concretamente y que, a pesar de que desea por encima de todo preservar su incognito, luce sobre sus carnes magras de profesor de literatura sudafricano en Australia un bañador no tan ceñido pero de un tono solo discernible por quien conoce el serengueti, color que contrasta con los arúspices de Herr Kan, unos sonrientes pues se malician el resultado de esta peregrinación y otros con los labios apretados por el deseo ferviente de tener todavía la oportunidad de conseguir lo que trataban de forzar a mi costa y que todavía creen en el poder taumatúrgico de esos bañadores de neopreno y que son como una mosca en la leche de esa marea humana morena y rosa que se acerca, ya a media tarde, al monasterio y que asusta hasta la huída a los pobres turistas italianos que se acercaban a conocer el origen de su impostada ventaja en semiótica que pronto va acabar, cuando ya todos juntos vayamos trepando, muchos a cuatro patas al montículo desde el que descenderemos en un par de horas hasta el cap de creus frente a ese mar todavía turquesa que remite al turco cruel que me ha enseñado, como a Dantès, el refinamiento de la venganza, como al Corsario Negro la crueldad del despecho y como a el zorro el gustazo de matar por el honor del nombre del padre, venganza, crueldad y honor que anidan y comienzan a enraizar en mi pecho a medida que me adelanto unos metros a esta comitiva penitente que, con Stiglitz ya entregado al rosa, inicia en alta voz un rosario de agravios que les carcomen el alma y que, con su ritmo de música para derviches giróvagos, hacen presa en lo más profundo de mi estómago en donde se han acumulado durante años las amarguras de la impostura del que no quiere esforzarse, no tanto por no mostrar la fealdad del sudor impotente sino, sobre todo, por no delatar sus carencias a a las que a medida que la luz cae comienzo a amar locamente y de las que, contrariamente a la decisión que me llevó a Herr Kan para consultar con los podencos, ya no me atrevo a tomar por tales habiendo comprendido con la intensidad de la luz del amanecer que lejos de representar puntos vulnerables de mi armadura son, en realidad, los puntos fuertes de mi desnudez que es la que parece conducir a todos estos peregrinos que incrédulos ven, finalmente y totalmente incrédulos, el simultáneo despertar de una luna plenamente llena y la incomprensible evasión del sol de su ley y de su costumbre al acostarse por el mar mirando hacia Estanbul, señal inequívoca de que por fin he encontrado, en este comienzo de quinta vida la clave de quien soy, ese sujeto que, de acuerdo con la reflexión que ocupó las horas siguientes e silencio frente al mar, solo ahora va a saber hacer del bañador turbo rosa su seña de identidad y clave última de su individualidad que solo podrá hincharse proteica en la continuación sin fin de esta narración que prolonga hacia el infinito aquel fragmento de "noches de amor en Porciúncula" que duerme entre las paginas de A Trancas y Barrancas y que acaba de resucitar como único bagaje que llevaré conmigo cuando por fin tome ese barco que, entre su carga cargue con el viejo timbal que su abuelo de ella protegió de la barbarie y sobre el que murió cuando mi hembra mestiza de negra y escocesa, la que vio las luces de la ciudad allí abajo desde el observatorio astronómico me hizo el amor, dirigió su primer concierto y que hoy me oculta dentro de él a mí y me exime de la últimas dificultades para, sin huellas dactilares, alcanzar mi refugio en la Avenida Madison con la calle 85…. ... y el sol se puso sobre el mar.. desarrolla la idea principal. ... y el sol se puso sobre el mar.. analiza implicaciones y ejemplos.

Crear mercados

Crear mercados

Goirigolzarri llama a nuestra responsabilidad individual a fin de crear riqueza desde la empresa en una economía de mercado. David de Ugarte apoya con fuerza esa iniciativa que pasa por la creación de procedimientos y la denomina significativamente un manifiesto . No creo que todavía alcanzamos a ver su importancia en toda su dimensión.