Publicado el 30 de agosto de 2021
Incluso antes de plantearme lo que he dado en llamar mi obra póstuma, he pensado a menudo cómo sería mi vida como escritor, o quizá solo como un simple publicista, si la practicara aisladamente como no pocos intelectuales que he leído con cuidado, como muchos de ellos, bien conocidos, que se dedicaron a la práctica del caminar o como filósofos «distintos» al estilo Nietsche. Esa pregunta me ha perseguido los últimos 20 años durante mis estancias en Foixà donde he escrito todo o parte de mis últimas obras publicadas en Kindle; pero ahora se plantea como una cuestión crucial, al comenzar mi obra póstuma que será publicada después de morir a instancias de amigos realmente fieles y que habrá de diferenciarse de mis publicaciones anteriores por su planteamiento de mi verdad y por su independencia de obras de un entorno como éste en el que surgen no pocos autores . Mi estancia veraniega no durará mucho más y no pienso que haya servido para juzgar la potencia de mi soledad, ya que este año ha sido mucho más comunal, rodeado como nunca por pareja, hijos y nietos además de por los amigos de todos lo años.